A la hora de comparar el arte callejero o urbano con alguna vanguardia artística, ninguna mejor que el dadaísmo. Esto es así porque este surge con la intención de destruir todos los códigos y sistemas establecidos en el mundo del arte.
El dadaísmo, al igual que el arte urbano, está en contra de la belleza clásica, contra la eternidad de los principios, contra las leyes de la lógica, contra la inmovilidad del pensamiento y contra lo universal. Los artistas que se dedican al dadaísmo promueven un cambio, la libertad del individuo, la espontaneidad, lo inmediato, lo aleatorio, la contradicción, defienden el caos frente al orden y la imperfección frente a la perfección. Esto mismo podemos observarlo en los artistas callejeros, ya que sus obras son espontáneas y carecen de algún tipo de análisis antes de ser realizadas.
En cuanto a las técnicas y materiales cabe mencionar que los artistas callejeros utilizan algunas técnicas del dadaísmo como son el stencil, el collage, la serigrafía y la aerografía. Y materiales como la madera, el cartón, bolsas de residuos, el spray, las plantillas y las estampas, entre otros.
En síntesis, los que lo manifestaban buscaban impactar o dejar perplejo al público con el objetivo de que este considerara los valores estéticos establecidos.
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