El arte callejero nace como una forma de expresión reivindicativa de
críticas u opiniones sobre la situación social que se da en un lugar concreto,
ya sea una ciudad, un país o un continente.
Estos nuevos movimientos emergentes son críticos con el sistema establecido
y uno de sus objetivos es romper el equilibrio, el sosiego que una situación
social y política ha establecido. Es decir, busca desasosegar, instalar una
incómoda intranquilidad, expresando su descontento.
Las paredes, públicas o
privadas, limpias, ordenadas, transmiten una calma y aceptación de lo
socialmente establecido que este tipo de expresión artística rompe, a la manera
de un grito; un grito ante la marginación y la opresión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario