El concepto de arte urbano
surgió como tal en el París de la segunda mitad de la década de los años
sesenta, con las revueltas estudiantiles. En los muros de la cuidad parisina,
empezaron a verse escritos de mensajes políticos realizados con stencil.
En esa misma década, en
Filadelfia, Cornbread junto con su compañero Kool Earl, empezaron a popularizar
el graffiti en Norteamérica mientras buscaban fama. Cornbread hacía tags (las
firmas de los graffiteros) para llamar la atención de una chica. Poco tiempo después,
se hizo más conocido tras publicar varias de sus obras en la prensa negra.
Sobre 1967, en los edificios
de la Gran Manzana, se podía ver reflejado una gran cantidad de graffitis.
Estos graffiteros reivindicaban el cambio social de la nación y su demanda de
paz e igualdad racial. La peligrosidad de hacer graffitis aumentaba dependiendo
de la zona en la que se hiciese.
Pero no fue hasta los años
noventa cuando empezó a promoverse este movimiento artístico por diferentes
ciudades del mundo, donde podíamos ver el trabajo heterogéneo de muchos
artistas. Fue en estos años cuando se introdujeron nuevas técnicas como por
ejemplo el empleo de aerosol en plantillas; y el pegado de carteles o
pegatinas. Normalmente, los artistas solían hacer sus diseños en talleres o en
su propia casa, para después plasmarlo de forma más rápida en muros o
edificios.
En los últimos años, el street art o
arte urbano se ha vuelto más atrevido, más sofisticado y, en muchos casos, más
aceptable. También se ha convertido en un fenómeno global en el siglo XXI.
En el siguiente esquema se verá más claro lo explicado anteriormente.
Imágenes de:
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